Una sinfonía de ideas en torno al talento

La música es algo maravilloso y, en Materia Naranja, nos encanta. Por eso, cuando el otro día nos invitaron al acto de celebración del 20 aniversario de APD Levante, nos encantó la propuesta inicial: estrategia, humor y música. Para unos convencidos creyentes en la hibridación y en la necesidad de nuevas perspectivas, se trataba de un propuesta estupenda.

Pero, si algo destacó a lo largo de la tarde, y no solo por la deliciosa música que la Chamber Orchestra de APD tocó (incluyendo una  deliciosa pieza para clarinete y orquesta, que interpretó magistralmente un jovencísimo Alex Díaz Broch), fue la intervención de Ramón Torrelledó

Este no iba a ser el primer post de Materia Naranja,

De hecho, tenemos muchos temas en el cajón. Pero, la la pasión que  Ramón Torrelledó puso a sus palabras el otro día, nos ha llevado a empezar por aquí.

La música es algo maravilloso y, en Materia Naranja, nos encanta, aunque no seamos expertos en ella. Sin embargo, cuando el otro día nos invitaron al acto de celebración del 20 aniversario de APD Levante, nos encantó la propuesta inicial: estrategia, humor y música. Para unos convencidos creyentes en la hibridación y en la necesidad de nuevas perspectivas, se trataba de un menú estupendo.

Pero, si algo destacó a lo largo de la tarde, y no solo por la deliciosa música que la Chamber Orchestra de APD tocó (incluyendo una  deliciosa pieza para clarinete y orquesta, que interpretó magistralmente un jovencísimo Alex Díaz Broch), fue la intervención de Ramón Torrelledó. 


Como sugiere uno de los padres de la inteligencia artificial,  Marvin Minsky, la experiencia de la belleza es una forma temporal de bloquear la mente ante toda evidencia negativa, siendo esta evidencia negativa el conocimiento de lo que no debe ser. Esto es así porque la experiencia de la belleza es una señal al cerebro para que suspenda toda evaluación, selección o crítica. 

Posiblemente la música es uno de las artes que con más claridad muestra la importancia de la belleza para el ser humano, pues ya en el seno materno reaccionamos a ella. 

Ramón, no solo nos mostró su amor por la música sino también por los músicos (su equipo) y nos aportó algunas ideas en torno al talento que merecen ser reflexionadas.

No podemos confundir talento con capacidades. Porque el talento es triunfante y las capacidades son solo potencial

Posiblemente esta frase no es muy acertada desde un punto de vista semántico, puesto que su objetivo no era resaltar la importancia de contar con profesionales excelentes con habilidades innatas o naturales. Su objetivo era, precisamente, poner en valor el trabajo bien orientado y el esfuerzo como factores clave para el éxito, frente a la existencia de unas capacidades que, mal utilizadas, no conducen a nada. 

Y, esto, está ocurriendo en muchas organizaciones, que cuentan con profesionales magníficos de los que no sacan su máximo partido. En esta nueva era del conocimiento (y no industrial) las formas de trabajo deben cambiar por muchos motivos, pero citaremos dos que nos parecen esenciales:

  • Los trabajos repetitivos y potencialmente industrializables pueden ser hechos por la Inteligencia Artificial. El propio Chat GPT, por poner un ejemplo sencillo, redacta informes mucho mejor que multitud de profesionales que, sin embargo, tienen otras competencias que no están siendo aprovechadas. Con la pérdida de valor que esto supone para la empresa.
  • La industrialización supuso la deshumanización de la relación entre la empresa y el profesional, que se convirtió en un engranaje perfecto de la máquina. Pero, en el entorno actual, vuelve a ser necesario el establecimiento de un vínculo que posibilite el crecimiento de la empresa gracias al profesional y del profesional gracias a la empresa. Esto no es posible en muchas organizaciones que ven, cada día, la fuga de su talento.

Se puede copiar el qué, pero no el cómo

Y esta frase, que yo suelo utilizar como mis equipos, no fue dicha exactamente así, pero sí se desprendió de otra de las ideas que nos transmitió magistralmente, Ramón Torrelledó: un equipo no puede copiarse porque es la suma de sus elementos. Como una máquina portentosa, sus elementos no solo interactúan, sino que aprenden y mejoran interactuando. Y, por eso, obtienen resultados extraordinarios. 

En ese sentido el aprendizaje empresarial es necesario, porque si la empresa no aprende, no puede enseñar nada a ese talento que permanece porque continúa aprendiendo. 

De esta forma, las empresas excelentes no son las que puede «pagar» a profesionales supuestamente excepcionales. Las empresas excelentes son las que convierten en excepcionales a sus profesionales gracias al aprendizaje y a la interactuación con sus compañeros y con la propia organización.

En muchas ocasiones los egos de algunos «artistas» (músicos o no) 

Una de las claves de la dirección es la anticipación

En el caso de la dirección de orquesta esto es evidente: el tiempo, el carácter, … son aspectos que un buen director debe anticipar.

Pero esto, ocurre también en las organizaciones. La anticipación es clave. La realidad no es necesariamente como creemos y hemos de ser capaces no solo de mirar el pasado (con la experiencia) sino de prever el futuro. Para ello es necesario introducir nuevas perspectivas, nuevos enfoques. Es necesario aprender a aprender y a aprehender.